¡La mayoría de las mujeres tienen una ‘’conexión’’ muy fuerte con sus neceseres de maquillaje! Todas las mañanas nos preparamos para el día que llega y una parte importante de esa rutina es el maquillaje, ¿verdad?
Hay quienes optan por un simple ritual que incluye bálsamo labial y crema facial, y otras hacen todo lo posible y experimentan con la prebase, base de maquillaje, contorno, coloretes, iluminadores, sombras de ojos, delineadores etc.
Por muy simples o complicados que sean nuestros rituales de maquillaje, no podemos prescindir de ellos. ¿Y por qué deberíamos? El maquillaje es una pasión para muchas de nosotras, nos hace sentir bien y nos relaja.
Por otra parte, todas conocemos esa sensación de que no queremos hacer nada justo antes de acostarnos cuando estamos tan cansadas, en particular lavarnos la cara y desmaquillarnos. Es mucho más fácil simplemente meterse en la cama.
Sin embargo, puede que no sepas que dormir con tu maquillaje puede causar todo tipo de efectos negativos a corto y largo plazo en tu piel.
Cuando te quedas con tu maquillaje y te vas directamente a la cama, especialmente con la base, estás obstruyendo tus poros con la base de ese día y con la suciedad que tu rostro acumuló a lo largo del día. Para aquellas con piel grasa y propensa a imperfecciones, no limpiarse la cara antes de acostarse es una forma segura de causar un trastorno.
También, para aquellas de vosotras preocupadas por las arrugas y líneas finas, no quitarse el maquillaje antes de acostarse impide que tu piel se recupere de los radicales libres y las partículas que se acumulan en tu rostro durante el día. Los radicales libres descomponen el colágeno que tu piel necesita para mantenerse joven y pueden hacer que tu piel desarrolle más arrugas y líneas finas.
Y peor aún, dormir maquillada puede provocar infecciones desagradables. Durante el día, el delineador de ojos y el rímel acumulan gérmenes. Si a la noche no te desmaquillas, estás permitiendo que estos gérmenes proliferen cerca del área de los ojos, la cual es muy sensible y puede infectarse con mucha facilidad.
Quitarte el maquillaje es simple, y más todavía si llegas a convertir este proceso en algo agradable y relajante.
Cuando tengas mucha prisa, cuando viajes y no tengas contigo todo el neceser, la solución más fácil es utilizar la Toallita desmaquillante y reutilizable. Es algo que no ocupa espacio, no es necesario utilizar ningún jabón o desmaquillante. Simplemente la mojas con agua y limpias tu cara. Genial ,¿no?
También otra fácil solución es el agua micelar. Elige una agua micelar adecuada para tu tipo de piel y tus necesidades. Que sirva para el maquillaje resistente al agua, si utilizas este tipo de productos. También, si tienes piel seca y/o sensible elige una agua micelar indicada para este tipo de piel, unos discos de algodón y problema resuelto.
Truco: como paso final, después que retirarte todo el maquillaje y los discos quedan limpios, ¡lava tu cara con agua tibia para retirar el exceso de producto!
¡No te olvides de tus ojos! Si utilizas un maquillaje más intenso en los ojos, o incluso si tienes sensibilidad elevada en la zona de los ojos, elige un desmaquillante especialmente creado para esta zona,
Un buen ejemplo es el Desmaquillante bifásico de ojos de Ziaja que no contiene perfume y ¡funciona perfectamente para retirar el maquillaje resistente al agua!
Si no utilizas productos resistentes al agua, otra opción sería el Desmaquillante de ojos suave, sin perfume, recomendado también para quienes uséis de lentes de contacto.
Otro tipo de producto ideal para retirar con éxito el maquillaje y las impurezas son las Lociones desmaquillantes o la leche desmaquillante.
Aquí te voy a dejar un truco: Empieza por aplicar con los dedos la loción limpiadora o la leche en toda la superficie de la piel, en el cuello y el escote. Es un error limpiar solo la cara: tanto el cuello como el pecho, expuestos a la luz y las impurezas, necesitan también su limpieza.

Otro error común es aplicar de entrada la loción limpiadora o la leche sobre un algodón o almohadillas de algodón, pues una gran parte del producto será absorbido por el material, en lugar de actuar donde se necesita, es decir, sobre la piel.
Aplica la loción limpiadora mediante ligeros masajes circulares y ascendentes, y conseguirás una estimulación de la circulación sanguínea. Deje actuar el producto durante 30 segundos antes de retirarlo con el disco limpiador. Luego retíralo con un ligero empujón, haciendo los mismos movimientos circulares hacia arriba. Y una vez más, ¡no olvides tu cuello y escote!
Si te gusta tomarte tu tiempo en tu rutina de noche y disfrutas cuidando mucho tu piel, puedes optar por la doble limpieza. No lleva tanto tiempo como te imaginas. Solo que son un par de pasos más que debes seguir.
El primero, es el bálsamo desmaquillante o aceite desmaquillante. Aplica un poco entre tus dedos y después masajea todo el rostro, incluso las pestañas y párpados y limpias con agua.
El segundo paso es utilizar un gel o espuma limpiadora, para retirar todos los restos de maquillaje e impurezas.
¡No te olvides de exfoliar tu piel cada semana! Una o dos veces según sea tu tipo de piel.
Sin importar cuál sea tu producto favorito para retirar el maquillaje, no te olvides del tónico, que prepara la piel para el siguiente paso.
El desmaquillado debe formar parte de tu ritual de cuidado de la piel, tanto por la mañana como por la noche, ¡incluso si ese día no te maquillaste!
Si no usas maquillaje, este hábito puede parecer menos importante, en ausencia de consecuencias dramáticas inmediatas, como un maquillaje extenso al día siguiente. Pero, independientemente de tus hábitos, este proceso tiene unos efectos beneficiosos innegables.
Tras una buena limpieza de la piel, verás como el resto de los productos (sueros y cremas faciales) ¡actúan mucho mejor!
¡Manos arriba quién se haya acostado con el maquillaje puesto! ¿Cómo te quitas el tuyo?